La enfermedad no es un enemigo a combatir sino una gran oportunidad de crecimiento


Toda experiencia dolorosa o incómoda no expresada, se imprime en las células y en el campo áurico, por tanto esas impregnaciones son grabaciones, memorias o códigos ocultos que determinan el funcionameiento global biopsicoanímico. Cuando las vivencias no se expresan o exteriorizan en la cotidianidad, se expresan a través del cuerpo y sus anomalías.



Mientras no haya coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos, nunca podrá darse en el ser humano un estado de plenitud y salud. Reencontrar la coherencia es entrar en un estado de armonía y plenitud que incidirá siempre benéficamente sobre la biología, la psicología, el entorno y el alma. Cualquier alteración en el estado de salud es a menudo una falta de diálogo interior y un estado contradictorio entre cuerpo, mente y alma. La coherencia es comprender y transecender esa contradicción.


La Soledad del Sol, Marta Povo