De la lectura del llibre La Soledad del Sol de l'escriptora, divulgadora i pedagoga Marta Povo, comparteixo la metàfora del genet, el carro i els dos cavalls molt útil per entendre, visualitzar la "identificació confosa".
S'entén com a "identificació confosa" aquella la qual al 99% del dia estem enfocats o identificats amb les nostres emocions, pensaments i també amb el funcionament del nostre cos, però gairebé mai estem identificats amb la nostra essència primigènia.
El jinete representa a nuestra esencia, el carro simboliza nuestro cuerpo, el caballo de la izquierda es nuestra mente pensante, ideas, juicios y el caballo de la derecha simboliza nuestros sentimientos o reactividad emocional, el que expresa las carencias de amor. Pero en toda la simboligía que contiene esta metáfora, no podemos olvidar lo más importante: las riendas.
Hay dos tipos de riendas; la pequeña cinta que une a los dos caballos, como un jugo que une coherentemente los pensamientos con las emociones, y la rienda más importante de todas, la que sostiene el jinete para dirigir a los caballos, es decir, para dirigir a nuestra personalidad o ego.
Las riendas o voluntad es el medio que tiene el jinete, conductor de nuestra vida o destino, para comunicar sus intenciones a los caballos o vehículo mental, emocional o físico, que son los que ayudan a recorrer el terreno (la vida) para en definitiva ir donde realmente quiere ir.
Los caballos no saben a donde van, son animales, solo ponen su fuerza, es solo un vehículo de expresión y trabajo, pero necesitan ser dirirgidos para no estar vagando sin rumbo por el paisaje de nuestra vida.
El carro es nuestro soporte orgánico, tampoco es un vehículo que sepa donde va, tiene que estar bien unido al jinete (alma) y a los caballos (ego o personalidad).
(...)