No tot acaba amb la pell
M'ha agradat la simplicitat com la investigadora, doctora en Biomedicina, Ana María Oliva, ens recorda que els nostres límits són realment "il-limitats".
A medida que vamos aumentando en conocimiento de nosotros mismo, en auto-percepción, a medida que vamos profundizando en eso que nos hace únicos, habitualmente vamos también ampliando nuestras fronteras. Una persona con un conocimiento limitado de sí mismo, pensará que termina donde termina su piel. Si ha desarrollado una mínima consciencia de la energía, sabrá (y sentirá) que no termina en su piel. De hecho, el campo electromagnético no termina. Y así, me voy dando cuenta de que los demás también forman parte de mí. Por eso, a medida que más comprendo sobre mí, más abrazo a los demás en mi vida, más presente tengo que el bienestar es común. Y la verdadera ecología nace ahí, en la comprensión de la unidad esencial de todo lo que existe.