Ressonància matinal. E.Valldosera

-Llevo aquí mucho tiempo observando tu movimiento.
-Eres tu el director de este concierto?
-Soy el maestro, cierto. Yo absorbo tu desconcierto y te lo devuelvo en forma de tono, de arpegio, para que afines de nuevo tu instrumento.
-Cada mañana, cuando despierto, me quedo ante la ventana aguardando tu nana, embobada, en silencio.
-Yo soy la guardiana, yo almaceno las partituras que cada criatura interpreta a su manera.
-Como una biblioteca?
-En mi parte intermedia acumulo las melodias del planeta. En lo más profundo de mi huella en este mundo las tranformo, las engullo, las renuevo y regurgito por mi cima, para devolvérselas limpias y adecuadas, adaptadas al momento que dictan las estrellas.
-Eres una maquinaria, un sistema, no estas quieta!
-Soy una antena con ‘toma de tierra’, úsame para hacer tu limpieza mañanera. Hoy no es un dia cualquiera.
-Ah, no?
-Hoy circula la bandera. Hay orgullo, hay pena. Hoy circundo vuestro orígen moribundo: sed uno! Cada uno es una estrella, la tuya es muy bella.
Escuchad a la madre que os llama, sois sus ovejas. Reclamad vuestro verdadero linaje, sois estrellas! y sufris una grave amnesia, sufrida y terca. Abrazadla a ella, gozad, brillad por ella.
-Gracias montaña, ahora me pareces hueca como un tambor tocando el orígen de mi amor por las estrellas.
Eulàlia Valldosera