No niegues la luz
Las alas pierden su luz
cuando dejamos de amar,
cuando le damos la espalda al Amor.
Las alas niegan su propis luz
a medida que dejamos de amarnos
en la totalidad.
Volver al amor es volver a la Luz,
a la Luz del immenso Amor
que nunca nos dejó.
Las alas de sombra no son sino
el reverso de las als de Luz,
pues se han dado la vuelta.
Para devolverlas a la Luz
basta con un giro y ya está.
Tan fácil, tan fácil...
y nos empeñamos en hacer del proceso
una tortura...
Pruébalo,
coge tus alas y dales la vuelta.
Míralas con amor y con deseo.
Verás como comienzan a despedir destellos
insusitados de esperanza abierta.
Abrázalas, ámalas,
déjalas ser ellas mismas.
Acéptate tal cual,
abre tus alas, llévalas a la luz.
Confía, sé tú mismo.
Desde el reino del dolor sólo se percibe
el reverso de las alas,
su sombra alargada y fría.
La culpa no ayuda a sentir
el tibio calor del abrazo de la Luz...
La incomprensión, sus muros son gélidos ...
La incomunicación, con el calor de la mañana,
genera la soledad que alarga su mano
hasta tocar los pliegues más recónditos
de nuestras alas, y las deja heladas,
las deja yermas, desoladas...
...en sombra no más.
Vuelve a la luz,
vuelve al Amor,
regresa a casa,
al nido de calor.
Camina por la playa,
cruza el puente que separa
la Luz de la Sombra,
date la vuelta,
comienza a sentir el tibio
amanecer del sol primaveral.
Grítale al viento que te amas,
díle al Universo entero que
estás ya listo para el viaje,
abre las alas y déjalas a la Luz,
deja que las envuelva la calidez
de la ternura y de la gracia divina.
Así no más.
Así a la Luz.
Alas de Luz Rosetta Forner